Resulta extraño pensar en estar publicando algo, normalmente escribo, escribo sobre todo lo que siento, lo que pienso, y no suelo compartir esos sentimientos, pero las cosas cambian, ¿no es asi?
Parece increible que compartir momentos tristes sea una gran forma de entablar amistades, te das cuenta sin querer de que alguien merece la pena según su reacción cuando le cuentas un problema. Algo así me ha pasado, ha aparecido alguien digamos, especial por el momento, que me ha movido a compartir lo que soy, tan solo poque en vez de ser una de esas personas con las que te cruzas todos los dias y no te llaman la atención, ha sido una persona a la que creí conocer sin apenas decirle hola.
No creo en el destino ni en patrañas burdas que entrentienen a gente que con todos mis respetos parece estar orgullosa de su credulidad y estupidez, creo en el impulso por el que algo me llevó a conocer, a querer saber, a no querer parar de entender el porqué de lo que me ha llevado a sentir una especie de cariño inicial.
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